La luz es una fuente de energía esencial para las plantas. Sin la luz del sol, la planta no sobrevivirá mucho tiempo, pero el exceso de luz puede hacer que las hojas de la planta se quemen.
El cuidado de las plantas no es una ciencia espacial, pero unos cuantos consejos de gente experimentada en plantas pueden ayudar. Mamá Botánica, amiga de Bloombox Club y superestrella de la jardinería, nos explica en menos de 2 minutos cómo conseguir la luz adecuada.
Transcripción:
Las plantas necesitan luz.
Es su alimento, sin ella se mueren de hambre. Pero no todas las plantas necesitan la misma cantidad de luz. Para averiguar sus necesidades, siempre me fijo en el origen de la planta e intento reproducir esas condiciones en mi casa.
Por ejemplo, los cactus y las suculentas crecen en condiciones desérticas, con mucha luz y mucho calor, así que les encantará estar en el marco de tu ventana que da hacia el sur.
Muchas de las plantas más frondosas, como la calatea y la alocasia, crecen en el suelo de la selva. Solamente reciben algo de luz filtrada e indirecta, que pasa a través de las hojas de los árboles. Ponerlas a pleno sol podría dañar sus hojas, por lo que deberías encontrar un lugar con luz indirecta para ellas.
Durante el invierno, hay menos luz, por lo que es posible que tengas que trasladar tus plantas a un lugar más luminoso.
En verano hay que tener cuidado con el exceso de luz solar directa sobre las plantas, ya que podría dañar las hojas. Si ves que aparecen manchas marrones en las hojas, intenta buscar un sitio diferente para tus plantas.
Encontrar las condiciones de luz adecuadas para tus plantas es el primer paso para cuidarlas. Averigua de dónde son y fíjate si puedes reproducir esas condiciones en tu casa, ¡y así tu planta prosperará!