Mis recompensas
Como grupo que valora la naturaleza, las personas aficionadas a las plantas tienden a ser conscientes de su huella medioambiental. La forma en que se obtienen, cultivan y distribuyen las plantas de interior en todo el mundo no siempre es transparente. Y cuantos más organismos intermediarios tenga un vendedor de plantas entre su abastecimiento y su venta, más difícil será saber hasta qué punto se han cultivado de forma responsable.
La gran mayoría de las plantas de interior de España llegan a través de los Países Bajos. Cada cultivador tiene diferentes procesos de cultivo, ética y socios internacionales. Como los cultivadores tienen diferentes especialidades y la disponibilidad fluctúa mucho, todos los vendedores de plantas dependen de un elevado número de casas de cultivo a lo largo del año (hablamos de cientos).
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La probabilidad de que los vendedores del mercado tengan alguna idea de la procedencia de sus plantas es escasa. Y la probabilidad de que tengan tiempo para investigar cada una de ellas es aún menor: la mayoría de los vendedores de España están alejados muchas veces de los cultivadores holandeses, que a su vez están lejos de países más cálidos donde las plantas pueden alcanzar la madurez de forma natural.
Esto hace que garantizar la sostenibilidad de todas las plantas sea poco probable, si no imposible. Así que, si un vendedor de España insiste en sus credenciales medioambientales, tómalo con pinzas.
Práctica realista
Bloombox Club trata directamente con los cultivadores, siempre que sea posible. Cada ciertos meses, el equipo se desplaza a Holanda y averigua de dónde proceden las plantas y qué procesos utilizan los cultivadores.
Nos gustaría hablarte de algunos de nuestros maravillosos cultivadores, para que puedas estar lo más informado posible a la hora de hacer buenas elecciones.
Ovata
Si compras en nuestra colección de suculentas 2022, puedes estar seguro de que estás comprando plantas de la más alta calidad, de una fuente ética.
Ovata se dedica exclusivamente a la propagación de suculentas desde 1987, aunque su fundador, Hans Amerlaan, ya albergaba su amor por estas plantas llenas de savia desde la edad de siete años. Están comprometidos con la calidad y la experiencia, rechazan las nuevas variedades llamativas si no se ha demostrado su durabilidad.
Consulta - Suculentas: respuestas a conceptos erróneos y preguntas frecuentes
Creen firmemente que invertir en prácticas sostenibles es bueno tanto para tus plantas como para el medio ambiente. “Invertir en sostenibilidad significa invertir en el futuro", dice Hans, mientras nos obliga a comer gel de Aloe-Vera e insiste en que no sabe a nada (no es cierto).
El mayor logro de Ovata es su sistema de regeneración de agua. Tienen un "sistema de agua 100% cerrado", lo que significa que no utilizan agua corriente que no haya sido recogida y filtrada con su propio proceso de tratamiento de cascadas y bacterias buenas.
Otra iniciativa ecológica importante fue la eliminación de todos los neonicotinoides, un pesticida responsable de la muerte de las abejas (realmente no queremos que las abejas mueran). De hecho, casi no utilizan pesticidas y la escasa cantidad que emplean se encuentra en el extremo inofensivo de la escala.
Los cultivadores de suculentas no emiten dióxido de carbono como resultado de sus propios procesos. Antes utilizaban gas como fuente de energía, pero lo han sustituido por completo por energía solar, y han sido certificados por numerosos organismos medioambientales, como el MPS (que califica a las organizaciones hortícolas en términos de sostenibilidad), Planet Proof y la Iniciativa de Sostenibilidad de la Floricultura 2020.
Ovata también utiliza su experiencia de forma innovadora, para apoyar las causas que le interesan. Por ejemplo, en 2012 donaron 1500 plantas de Aloe vera a las comunidades de Uganda que se habían visto directamente afectadas por el LFA, el ejército de gorilas cuya característica era desfigurar la boca y la nariz de las víctimas. De las 1500 originales, se ha colocado todo un campo, cuyo mantenimiento corre a cargo de Ovata. La idea es que la savia pueda cosecharse tanto para la venta como para el consumo de la comunidad.
