Si el Día de los actos aleatorios de amabilidad te parece otro invento en un calendario sobrecargado, sigue leyendo: creemos que merece tu atención.
Independientemente de lo que pienses de nuestra turbulenta época, es justo decir que nos hemos vuelto decididamente menos "amables". Estresados y ocupados, es mucho más fácil enterrarnos en la tecnología que comprometernos con los que nos rodean.
El Día de los actos aleatorios de amabilidad te reta a salir de tu burbuja de autoprotección y hacer algo altruista. Puede ser algo tan pequeño como dejar que alguien baje del tren antes que tú, pagar el café de un desconocido o dar una propina extra generosa.
Además, como defiende la Fundación para la Salud Mental, cuando expulsas amabilidad, es probable que te hagas sentir mejor a ti mismo (y a los demás). La semana pasada, la MH Foundation publicó un informe completo sobre por qué hacer el bien también te hace bien a ti, afirmando: "Las pruebas demuestran que ayudar a los demás puede tener un efecto positivo en tu propia salud mental y bienestar". Esto incluye la reducción de los niveles de estrés, la mejora del estado de ánimo, los niveles de autoestima y la felicidad.
Incluso se ha demostrado que ayudar a los demás promueve cambios fisiológicos en el cerebro que están relacionados con los sentimientos de positividad, dice la investigación del Dr. S Post publicada en el Informe Científico Bienal sobre la Salud de 2014.
Una acción altruista, como ceder tu asiento en el autobús o sacar el contenedor de reciclaje de tu vecino, tiene beneficios a largo plazo y también inmediatos. Los actos de bondad harán que tú y tus conocidos se sientan optimistas ese día, y ayudarán a fortalecer sus conexiones con los demás.
El número de personas de las que podemos depender se considera una buena forma de medir la felicidad humana. Para quienes buscan una mayor conexión con sus comunidades, los actos de bondad al azar pueden ser una gran manera de iniciar y fortalecer los vínculos, dándole un sentido de pertenencia y seguridad.
Cuando se trata de actos de amabilidad, tendemos a suponer que la gente está en el extremo receptor. Pero, al igual que las personas pueden ser humanas o crueles con los animales, las personas pueden ser amables con la naturaleza. Cuando ponemos buena energía en nuestra colección de plantas, nuestras plantas prosperan, ¡y nosotros también!