Febrero puede ser corto en días del calendario, pero puede parecer el mes más largo de todos. Y con la temporada de festivales de invierno terminada, pero los días oscuros y fríos en curso, ¡lo último que necesitas es un resfriado persistente!
Las opiniones son variadas en lo que respecta a la medicación farmacéutica para los resfriados, y muchos aconsejan simplemente aguantar con analgésicos.
Por suerte, nuestros remedios naturales, de eficacia comprobada, deberían complementar el camino que tomes ...
Jengibre
El jengibre es uno de mis remedios caseros favoritos, lo utilizo para curar las náuseas, el dolor de la regla y para aliviar la garganta cuando estoy resfriada. Recomiendo picar un buen trozo de raíz de jengibre, quitarle la piel y dejarlo reposar en agua hirviendo hasta obtener una cálida infusión de jengibre.
Las propiedades antiinflamatorias de la raíz de jengibre actuarán para reducir la hinchazón de la garganta y las vías respiratorias. El jengibre también puede desalentar la producción de bacterias nocivas, que puedan provocar complicaciones en las infecciones virales.
Agua salada (para hacer gárgaras)
De niña, cuando mi tía me hacía hacer gárgaras con agua salada, ¡pensaba que estaba loca! Suponía que los cristales rasparían mi ya dolorosa garganta. En realidad, hacer gárgaras con agua salada tibia alivia instantáneamente el dolor de garganta y puede aliviar temporalmente la tos.
La sal extrae el exceso de líquido de la garganta, lo que reduce la dolorosa hinchazón. También actúa como desinfectante natural.
Ajo
Se cree que la ingesta de ajo reduce la probabilidad de padecer resfriados y acorta el tiempo de malestar.
Se puede acceder a estas propiedades curativas rápidamente a través de pastillas de ajo. Pero, como aficionada al ajo, prefiero ingerir los bulbos a la antigua manera. Esto puede provocar malestar y mala respiración, pero los fuertes sabores pueden ser justo lo que necesitas.
Menta
Un miembro menos conocido, pero no menos valioso, de tu kit de herramientas naturales, es la menta.
Yo la preparo en forma de té de menta fresca, que es delicioso tanto si se está enfermo como si no. También puedes invertir en aceite de menta para aplicarlo en el pecho, una alternativa a los productos químicos.
La menta te ayudará a abrir las vías respiratorias, ya que el mentol reduce el espesor de la flema y ayuda a la función respiratoria. Al igual que el jengibre, la menta alivia las náuseas, lo que puede ser un alivio si tienes la mala suerte de estar doblemente afectado.