La piña y la pizza combinan?
Hmm... no estamos tan seguros.
¿La piña pigmea debe estar en tu casa?
Sin duda.
Estas curiosas piñas son primas más pequeñas de las piñas que estamos acostumbrados a ver en el supermercado y son también más amargas. La Ananas Pacifico produce un precioso fruto ornamental teñido de rojo y un follaje delicadamente colorido.
Este tipo de follaje se utiliza de diversas maneras en todo el mundo: en Papúa Nueva Guinea, las fibras se utilizan para hacer taparrabos, mientras que en Filipinas se usan para envolver puros.
Las piñas pigmeas crecen silvestres en Sudamérica, y Puerto Rico es uno de los principales exportadores. En los últimos años, el deseo de estas plantas tan llamativas se ha extendido por Europa y Australia, pero no siempre es fácil conseguirlas, así que si ves una, actúa con rapidez.
Cómo cuidar una piña pigmea
Luz
A estas plantas tropicales les gusta el sol y el calor, así que si consigues una, intenta colocarla en una habitación con mucha luz natural.
Agua
Tu piña sólo debe regarse una vez a la semana, cuando la tierra esté seca. Recomendamos utilizar un aspersor para administrar el agua. Llénala hasta el borde una vez y será suficiente para mantener esta belleza tolerante a la sequía.
Fertilizante
Tratar a tu pigmea con una dosis de fertilizante - enriquecido con hierro, nitrógeno y zinc - una vez a la semana la mantendrá con un aspecto exuberante y fuerte.
Propagación
La pieza central de la piña debería durar unos cuantos meses, pero cuando empiece a desvanecerse, merece la pena cortar el copete de tu pigmea y ponerlo en una nueva tierra, ¡donde puede convertirse en una nueva planta! La planta original también debería producir una nueva piña, aunque se ve igual de bien sin ella, gracias al suave follaje de colores.